Siega Verde
Presentación
Un yacimiento paleolítico
Fecha de declaración: 1998 y su extensión el 1 de agosto de 2010
Figura de protección: Siega Verde
Coordenadas:
Ubicación: Villar de la Yegua, provincia de Salamanca
Horario de visitas: abierto sábados y domingos de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas
Precios: entrada general 6 euros y reducida 5 euros
Datos Generales
Uno de los principales exponentes del arte paleolítico es sin duda Siega Verde, en el municipio de Villar de la Yegua, provincia de Salamanca que en 2014 cumple los 25 años de su descubrimiento.
Esta zona arqueológica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2010, es una extensión del Parque Arqueológico del Valle del Côa, en los márgenes del río Águeda, a tan sólo 15 kilómetros de Ciudad Rodrigo, conocida localidad salmantina.
En esa zona, al lado del puente y un viejo molino, el curso del río tiene su último vado antes de encajarse en las Arribes. En esa zona las pozas de agua tienen agua incluso en los momentos se sequía.
Siega Verde Patrimonio de la Humanidad
Se especula que el motivo de haber elegido esa zona se debe a que se trata de una zona de paso pero también un privilegiado punto de control y observación de los animales, que acudían frecuentemente a ese abrevadero.
En la actualidad el yacimiento, debidamente estudiado, protegido y señalizado, nos ofrece la posibilidad de recorrerlo y de este modo conocer un poco mejor las condiciones de vida de aquellos artistas prehistóricos que habitaron la zona y nos dejaron uno de los conjuntos de arte paleolítico al aire libre más importantes de toda Europa.
Historia
Arte rupestre
El yacimiento fue descubierto en el año 1988 por Manuel Santoja y Rosario Pérez, profesores de arte rupestre parietal que trabajaban para el inventario arqueológico de Salamanca. Lo primero que encontraron fueron figuras realizadas en piqueteado, representaciones de caballos, cabras, toros o ciervos.
Existen también representaciones de especies extinguidas propias de climas glaciares como los renos, rinocerontes lanudos o bisontes.
Todos los grabados están al aire libre, junto a la orilla del río Águeda. Se cree que los hombres de la Prehistoria escogieron este lugar al tratarse de una zona de paso para muchos animales. El enclave de convirtió de este modo en un privilegiado punto de observación y caza para los hombres del Paleolítico.
Desde entonces se han logrado catalogar más de 500 grabados zoomorfos que se calcula que datan del paleolítico superior del periodo Gravetiense (hace 20.000 años) y antropomorfos más recientes, del periodo Magdaleniense (hace 12.000 años) en un total de 94 paneles a lo largo de 3 kilómetros.
Declarada “Bien de Interés Cultural” por la Junta de Castilla y León en el año 1998, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1998 y extensión de la declaración en el año 2010. Sin duda se trata de uno de los hallazgos más importantes del arte paleolítico.
Las técnicas de grabado de Siega Verde
Dibujo y grabado en roca
Las técnicas de ejecución en Siega Verde comprenden el piqueteado, la incisión fina, la abrasión y el raspado. El piqueteado consiste básicamente en delimitar el contorno de las figuras con puntos, golpeando la piedra con algún objeto lo suficientemente duro.
Otro de los métodos que más utilizaron fue la incisión, un dibujo a través de una fina línea grabada. En ocasiones se combinaban ambas técnicas con la abrasión o el raspado, creando surcos más anchos y profundos que dotaban además a las imágenes de más profundidad y una nueva dimensión espacial.
La incisión fina es utilizada sobre todo para las figuras de tamaño pequeño, entre los 15 y los 20 centímetros mientras que la gran mayoría de figuras de tamaño mediano o grande, entre 50 centímetros y 2 metros, tienen contornos piqueteados o raspados.
En los grandes toros dibujados se distinguen aún restos de pintura roja, lo que sugiere que se trata de representaciones paleolíticas tratadas cromáticamente. El descubrimiento de restos de pigmentos como ocre rojo y amarillo o manganeso concuerdan con esta idea.
Estilísticamente, el arte paleolítico de la zona presenta una característica especialmente particular o desconocida e el parte parietal franco-cantábrico: la yuxtaposición sobre el mismo cuerpo de dos cabezas, a veces incluso tres, con el propósito de transmitir la idea de movimiento. Lo más frecuente en estas imágenes es el movimiento descendente de la cabeza, una escena de abrevadero.
En otras imágenes se trata del movimiento del animal volviéndose para mirar hacia atrás, técnica que se emplea sobre todo en cabras montesas, uros y ciervos. Esta técnica ha sido aplicada especialmente a las representaciones de caballos, aunque también hay algunas de uros.
La poca visibilidad de los grabados
Ocultas a la mirada ingenua
Los grabados de Siega Verde fueron ejecutados sobre pareces rocosas verticales, la mayoría de ellas orientadas Norte-Sur, hecho que complica la visibilidad de los grabados dependiendo de la hora del día. Por ejemplo, en Penascosa los grabados están a la sombra por la mañana y la pátina de los trazos y las numerosas superposiciones complican su lectura.
La mejor solución antes este problema ha sido no permitir el acceso del público excepto con visitas guiadas, que tiene lugar en las horas de mejor visibilidad y en pequeños grupos de cómo máximo ocho personas.
Para facilitar su reconocimiento, los guías prestan a cada visitante una carpeta con las fichas explicativas, que sirven como soporte gráfico tanto a la lectura como a la interpretación de las figuras.
Destacamos
Matices relevantes
Objetivo Con el objetivo de dar a conocer y también preservar el lugar se creó por iniciativa de la Fundación Rei Alfonso Henriques en colaboración con la Junta de Castilla y León el Aula Arqueológica. El centro ofrece dos itinerarios distintos: uno de treinta minutos y otro de una hora.
El original edificio excavado en roca natural, cuenta con una gran sala central en torno a la que se disponen el resto de dependencias. La exposición de la sala central comprende una recreación de la vida del Paleolítico elaborada con maniquíes que llevan ropas y útiles de la época, además de una maqueta del yacimiento en la que se puede apreciar la ubicación de los grabados.
Taller didáctico Destaca especialmente dentro del Aula Arqueológica el taller didáctico para los niños, en el que se enseñan las técnicas que usaban los hombres de la Prehistoria para elaborar los grabados, fabricar las herramientas, etc. Varios paneles iluminados con información didáctica sobre el Paleolítico, así como su arte y el significado de los grabados completan la sala.
Recorrido A través de un recorrido dirigido es posible conocer los grabados más accesibles de Siega Verde, 14 paneles. El centro abre los fines de semana y festivos de todo el año, además de atender las visitas de grupos previamente concertadas el resto de días. La visita incluye tanto la entrada como las actividades del Aula Arqueológica y el recorrido por el área de grabados es libre.
El río Águeda El principal problema al que se enfrentan los yacimientos es el propio río Águeda, ya que a su alrededor se ubican los grabados y éstos podrían sufrir muchos desperfectos con las crecidas y la erosión que provoca el paso del tiempo y la humedad.
Bien de Interés Cultural Declarada “Bien de Interés Cultural” por la Junta de Castilla y León en el año 1998, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1998 y extensión de la declaración en el año 2010. Sin duda se trata de uno de los hallazgos más importantes del arte paleolítico.
Tecnología 3D para la conservación de los yacimientos
Escaner de última tecnología
Coincidiendo con los 25 años de su descubrimiento, los responsables de los yacimientos se plantean posibles medidas para conservarlos en el mejor estado posible.
Una de las ideas que más ha calado ha sido aplicar la tecnología 3D para escanear a alta resolución zonas acotadas. Esta innovación se utilizaría como sistema de verificación, ayudaría a saber si hay alguna modificación en el relieve, por ejemplo si aparecen grietas o tiene lugar algún movimiento en los bloques de piedra.
El principal problema al que se enfrentan los yacimientos es el propio río Águeda, ya que a su alrededor se ubican los grabados y éstos podrían sufrir muchos desperfectos con las crecidas y la erosión que provoca el paso del tiempo y la humedad.
Al mismo tiempo, se están llevando a cabo trabajos de documentación, mapas de daños e identificación de los factores de riesgo. El principal objetivo controlar la vegetación para evitar grandes intervenciones que podrían modificar lo que tanto se está intentando proteger.